Fondeos
Fondeos
Cuando empezamos a navegar, en nuestros inicios, al llegar a una cala para fondear el capitán siempre estaba a la caña y yo a la proa indicando el paso a seguir esquivando arrecifes o buscando un buen fondo marino.
Con el paso del tiempo y al estar fondeados los 365 días del año la cadena se iba desgastando, menguando de grosor, y nuestro barboten hacía que ésta saltara en plena maniobra deteriorando de este modo también la corona del molinete.
Se producían momentos muy estresantes ya que solía suceder con vientos fuertes.
El capitán decidió cambiar los roles porque le daba miedo que me hiciera daño. Su estrategia para que esto no sucediera era muy básica. Sencillamente, con una chancla desgastada pisaba fuerte sobre la cadena justo donde engrana con el barboten.
Fueron más de 6 meses haciendo esta operación, nada recomendable, hasta poder llegar a una isla que tuviera materiales náuticos.
Compramos cadena nueva y barboten.
Marc se las ingenió para instalar el molinete de ancla sobre la cubierta más elevado que anteriormente, de tal modo que la cadena engranaba casi tres cuartos de vueltas sobre el barboten consiguiendo mucha más efectividad a la hora de recoger el ancla. Funcionaba como la seda.
Nunca más cambiamos nuestras posiciones durante los fondeos, nos sentíamos cómodos y nos entendíamos a la perfección.
Nuestra comunicación es básica pero muy eficaz cuando hacemos la operación de levantar el ancla.
Todo con señas puesto que a veces el sonido no llega y con apenas cuatro gestos diferentes nos permiten desanclar con seguridad.
1.Mano y brazo bien recto indicando el rumbo a seguir y o indicando dónde está el ancla.
2.Mano hacia arriba con palma extendida para parar la marcha.
3.Mano horizontal para indicar que el ancla ya no toca el fondo y se puede maniobrar despacio.
En un fondeo abarrotado de embarcaciones y con mucho viento, es muy útil para no acabar chocando.
En ese momento tengo el control del barco, con suavidad puedo maniobrar y poner la embarcación aproada al viento.
4.Dedo hacia arriba haciendo un circulo es que estamos libres
Es el momento para hacer la ciaboga que tanto me gusta.
Os confieso que cada vez que puedo aunque no haga falta la ejecuto para no perder la costumbre y entender cómo reaccionará el velero.
Esta maniobra es muy importante con espacios reducidos, haciéndola con sensibilidad pero con contundencia.
Antes de realizar la ciaboga deberemos saber si nuestra hélice es Levogira o Dextrogira que determinará hacia que lado es más efectivo para hacerla.
Cuando mejor conozcamos nuestra embarcación, menos riesgos tendremos, más disfrutaremos y aunque siempre estemos en alerta sentirás que mantienes el control.
¡Buena proa!